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Cómo identificar si tu hijo está siendo acosado en la escuela

El acoso escolar es cada vez más frecuente y los padres y el personal escolar no deben tolerarlo ni normalizarlo. Las víctimas del acoso escolar corren el riesgo de sufrir consecuencias graves, y a veces mortales. Daña la autoestima de las víctimas, induce a la depresión, la ansiedad y tiene un impacto negativo en el rendimiento académico. Suele ocurrir entre los 12 y los 13 años (entre el 5º y 6º curso). Como esta situación es más común de lo que crees cuando tu hijo está en esta edad, debes estar atento a las señales. Un informe de la UNESCO publicado en 2019 reveló que uno de cada tres escolares había sido acosado por sus compañeros al menos una vez en el último mes. Además, uno de cada tres estudiantes ha protagonizado una pelea física con otro al menos una vez. Además, el acoso puede producirse tanto en la escuela como a través de Internet, a esto último se le conoce como ciberacoso. Esto significa que no solo debes vigilar las interacciones sociales de tu hijo en la escuela, sino también su uso de la tecnología y las redes sociales.

Ciberacoso: Otra forma de abuso cada vez más frecuente

La agresión no requiere presencia física, y el ciberacoso es una prueba de ello. El acoso se agrava cuando traspasa las paredes del colegio, lo que supone más horas de acoso. Un estudio realizado por la ONG Bullying Sin Fronteras en 2020 reveló que el 33% de los niños y adolescentes de América Latina y España fueron víctimas de ciberacoso durante la pandemia. Datos de la Organización Mundial de la Salud y de las Naciones Unidas sugieren que el acoso escolar contribuye a al menos 200 mil suicidios entre jóvenes de 14 a 28 años, lo cual es alarmante. Esto hace que la salud mental se convierta en un tema prioritario en las familias y en la sociedad.

Banderas rojas del acoso escolar

Las víctimas suelen mostrar signos visibles de agresividad, así que presta atención a ellos: De repente, tu hijo ya no quiere ir al colegio: Si tu hijo disfrutaba yendo al colegio pero ahora empieza a poner excusas para no asistir, algo va mal. También es posible que se retire y se vaya a otro sitio, lo que suele estar indicado por un descenso en su rendimiento. Algunos niños piden a sus padres que les cambien de centro. Es importante saber por lo que está pasando tu hijo. Siempre debes preguntar a sus profesores o a sus amigos cercanos si hay algo que les molesta. Tu hijo te pide más dinero para comer en el colegio y empieza a “perder” sus pertenencias: Si el niño no tiene suficiente dinero para comer en el colegio y empieza a “perder” o dañar sus pertenencias, es probable que esté siendo acosado. Es habitual que los acosadores exijan dinero a sus víctimas, incluso un chantaje constante para permitirles seguir en la escuela. Además, pueden dañar o robar las pertenencias de sus víctimas como muestra de superioridad y control. Los trastornos psicosomáticos comienzan a manifestarse:  Pueden aparecer problemas digestivos, náuseas, pérdida de apetito, ansiedad, trastornos del sueño, nerviosismo general e irritabilidad. Tan pronto como la parte emocional de tu hijo se haya visto afectada, es probable que su cuerpo le siga. Este tipo de acoso se prolonga en el tiempo, por lo que afecta el bienestar psicológico de tu hijo, así que es crucial averiguar qué está pasando y buscar ayuda profesional. Tu hijo empieza a aislarse de la sociedad: Los niños introvertidos tienden a sufrir acoso escolar con más frecuencia. El acoso hace que el niño se sienta solo, lo que le lleva a evitar las reuniones sociales.  Notas heridas, arañazos y moratones en tu hijo: Si observas algunos signos físicos de maltrato y le preguntas a tu hijo qué ha pasado, probablemente te responda con ambigüedad sobre la causa de esas lesiones físicas. Psicológicamente, el acoso escolar dificulta que los adolescentes expresen que han sido agredidos. En cambio, experimentan sentimientos de culpa y miedo, lo que les hace sentirse responsables de las agresiones.

¿Cómo debes responder al acoso y la intimidación?

Dado que la mayoría de los niños no pueden reconocer el acoso desde el principio, es fundamental reforzar la comunicación con ellos. Cuando se desprecia la importancia de esta situación y se la descarta como irrelevante, se descalifica al niño ante cualquier presión que pueda sufrir. Los padres pueden decidir cambiar de colegio por la seguridad de sus hijos, pero pueden encontrarse con que la situación de su hijo se repite en el nuevo centro educativo si n hay apoyo y acompañamiento psicológico. Se trata de lo que los expertos denominan “patrón circular de victimización”, ya que los acosadores detectan la vulnerabilidad del objetivo. Aunque un cambio de colegio puede ser una “solución” inmediata, el apoyo psicológico es mucho más esencial. El proceso de superación del acoso puede llevar mucho tiempo. La comunicación es crucial. Enseña a tu hijo que no debe aceptar la violencia verbal o física de sus compañeros y que recibirla no le hace responsable de ella. Si el acoso no va dirigido a ellos sino a otros compañeros de su clase, anímale a denunciarlo. Desde pequeño, enséñale a tu hijo a tratar a todo el mundo con amabilidad y respeto, incluidos sus compañeros de clase.