Consejos para que los padres promuevan una buena postura en los niños
¿Sabías que muchos de los problemas posturales de los adultos empiezan en la infancia? Por ello, debes asegurarte de que tus hijos aprenden la importancia de una buena postura desde una edad temprana, ya sea al caminar, al sentarse, al dormir o incluso al jugar. De este modo, podrán evitar los malos hábitos que pueden arraigarse a medida que crecen. Recuerda que tener una buena postura a una edad temprana se traduce en una buena postura de adulto.
La mayoría de los problemas relacionados con la postura se producen entre los 9 y los 12 años de edad. La escoliosis, que se manifiesta como dolor de espalda y causa molestias crónicas en los adultos, es una de estas afecciones. En muy pocos casos, la escoliosis requiere cirugía correctiva, por lo que mantener una postura adecuada es esencial.
Además, una mala postura puede causar dolor de espalda, cuello y hombros, síndrome del túnel carpiano (como consecuencia del uso inadecuado del ratón del ordenador), crecimiento óseo insuficiente, desalineación de las estructuras óseas y dificultad para digerir los alimentos y respirar.
Además, algunas emociones o la baja autoestima pueden aparecer en la postura o el lenguaje corporal de tu hijo, así que vigílalo. Una práctica común entre los adolescentes altos es encorvarse para no destacar entre sus compañeros y evitar las burlas. Cuando las chicas llegan a la pubertad, algunas pueden sentirse angustiadas por el crecimiento de sus pechos, por lo que se agachan para ocultarlos. Puedes ayudar a tu hijo a desarrollar una postura adecuada en poses dinámicas y estáticas siguiendo estos consejos:
Además, hay que evitar que el niño permanezca mucho tiempo sentado, hay que invitarle a que se tome un descanso y camine un poco. He compartido otros consejos en mi cuenta de Instagram. ¡Échale un vistazo aquí!
Asegúrate de que el colchón de la cama no esté desgastado por el uso frecuente al dormir. Además, se recomienda que el niño duerma de lado, con las piernas flexionadas, o boca arriba con una almohada bajo las rodillas.
Haz que sea divertido practicar todos estos buenos hábitos posturales sin regañar a tu hijo. Por ejemplo, una técnica que funciona para recordarles que no deben encorvarse es decirles que se estiren para sentirse “más altos”, ya que todos los músculos que ayudan en esa tarea son los mismos que mejoran la postura.
Para enseñarles a comprobar la alineación de su columna vertebral, pídeles que se coloquen junto a una pared con los hombros y las nalgas en contacto con ella. En esa posición, la parte posterior de sus cabezas debe tocar la pared. De lo contrario, la cabeza no está alineada con el resto del cuerpo. Es posible comenzar esta actividad colgando una cinta métrica en la pared a una edad temprana. Los niños disfrutarán viendo cómo han crecido y aprenderán una buena postura al ponerse de pie y caminar.