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Siete beneficios de que los bebés caminen descalzos

¿Te preocupa que tu hijo ande descalzo? No tienes por qué. Los beneficios de caminar descalzo son infinitos para los niños en crecimiento. La salud de los pies es extremadamente importante porque sobre ellos descansa todo el peso del cuerpo, pero no se le suele prestar la atención que merecen. La capacidad de una persona para caminar de forma activa, autónoma y segura depende en gran medida de cómo se hayan tratado los miembros inferiores desde la infancia hasta la edad adulta. Por ello, permitir que los bebés y los niños caminen descalzos es uno de los puntos fundamentales para la salud integral de los pies. Dejar que tu hijo vaya descalzo tiene al menos siete beneficios:

1. Contribuye a la formación del arco plantar

 

El crecimiento y el fortalecimiento de los músculos de los pies disminuirán la probabilidad de tener pies planos. En los primeros años de la vida del niño, el arco longitudinal del pie crece gradualmente, alcanzando su máxima altura en la adolescencia. Durante los tres primeros años, los niños presentan un aspecto de pie plano. Esto se debe a la gran elasticidad y absorción de tejido graso en la parte interna de los pies. Sin embargo, el arco ya es evidente a los cinco años y seguirá ensanchándose. 

Diferentes estudios han demostrado la importancia de factores externos como el descalzamiento y el uso de zapatos durante el crecimiento del bebé para determinar cómo se desarrolla el arco longitudinal del pie. Algunos investigadores señalan que no llevar zapatos durante los primeros años de vida ayuda a desarrollar los músculos del pie, mientras que los zapatos rígidos interfieren en este proceso. Por tanto, la recomendación es dejar que el bebé camine descalzo lo más a menudo posible y asegurarse de que su calzado sea siempre muy flexible.

2. Favorece el desarrollo de la inteligencia infantil

Investigadores de la Universidad Complutense de Madrid han descubierto que caminar descalzo con frecuencia durante la infancia estimula el desarrollo de algunas funciones cognitivas, como el desarrollo propioceptivo y la inteligencia. Además, se ha comprobado que los niños que caminan descalzos con bastante frecuencia maduran mucho más rápido que sus coetáneos que siempre llevan zapatos. En este caso, la causa es el contacto directo del pie con el suelo. Cuando ocurre, un mecanismo natural promueve la transmisión de información propioceptiva al cerebelo, del que surgen diferentes vías implicadas en el control del equilibrio y el mantenimiento de la postura.

3. Ayuda a mejorar significativamente el rendimiento escolar

Un estudio realizado por la Universidad de Bournemouth, en Gran Bretaña, descubrió que los niños que van descalzos a clase tienen un mejor rendimiento académico que los que llevan zapatos. Estos resultados se obtuvieron mediante un análisis de 10 años de miles de niños en 25 países. Además, los alumnos que se quitaban los zapatos antes de la clase se concentraban más en las instrucciones del profesor, se comprometían más con las actividades escolares y tendían a llegar antes, lo que indica motivación.

Los científicos explican que ir descalzo relaja a los niños, lo que les permite pensar con más claridad cuando están aprendiendo y retener la información más rápidamente, lo que se traduce en mejores notas.

4. Fortalece los músculos de los pies

Está demostrado que los niños que caminan descalzos durante más tiempo desarrollan músculos más fuertes, especialmente en los pies, que tienen 26 huesos, 33 articulaciones y más de 100 tendones. Además, tienen menos lesiones en los tobillos y las rodillas, ya que han ido desarrollando sus músculos paso a paso.

5. Contribuye a la salud mental

Caminar descalzo proporciona tranquilidad, reduce la ansiedad y aumenta la autoestima de los niños. Cuando los niños caminan descalzos, hacen un excelente ejercicio que ayuda a aliviar la tensión y promueve la relajación. Además, estimula la sensación de libertad, aumentando la confianza y la autoestima del niño. Esto se debe a que la planta se refleja en el cuerpo. Durante cada paso, la estimulación natural ayuda a aliviar las tensiones e inducir la relajación. El peso del cuerpo estimula los puntos clave y disminuye naturalmente la agresividad.  

6. Mejora la postura corporal 

Un problema muy común en la edad adulta es la mala postura, y caminar descalzo desde la infancia puede ayudar a prevenirlo. Cuando un niño lleva zapatos permanentemente desde pequeño, los cambios posturales a largo plazo pueden alterar la posición natural de la columna vertebral.

7. Mejora la propiocepción

Caminar descalzo también ayuda a los niños a reconocer las texturas, las superficies y la temperatura del suelo. También permite al niño ser consciente de su propio cuerpo y de su posición y de cómo se mueve en el espacio (para no chocar con nada ni caerse). Esto favorece el desarrollo del sistema nervioso.

Por supuesto, tu hijo debe realizar esta actividad siempre bajo tu supervisión y en un terreno seguro.

Dale a tu bebé todo el tiempo posible para que experimente el mundo con sus pies descalzos. ¡Te lo agradecerán en su edad adulta!